Réplica al artículo presentado en la revista PROCESO:
No defiendo a JPII, pero resulta muy
molesto ver a alguien “argumentar” a lo loco (y con ello ser aplaudido) habiendo
otras telas de dónde cortar de manera centrada e informada. En lo personal,
creo que en el futuro podría dársele crédito a JPII por haber contribuido a destruir
su iglesia. Pero los argumentos para sostener esta creencia, me los
reservo pues no es el caso sacarlos aquí. Y finalmente, le diría al
articulista, que si no cree en la Iglesia, ni en su autoridad ni en sus
decretos ¿qué más le da que canonicen a quien sea? La discusión habría que
retomarla desde otro punto y en otro momento.
El artículo inicia con el pie izquierdo, de esta
manera:
“Más
allá de que ordenaba creer en cosas de las que no hay una sola prueba (dios o
los dogmas) y de que exigió obediencia ciega” y “Los siguientes párrafos explican
por qué no puede ser santo”
Por lo
visto ignora que toda religión es una teocracia, y toda teocracia, como su
nombre lo indica, consiste en una adoración a uno o varios dioses, que se basa
en dogmas de fe donde mandan las cúpulas. No entiendo qué esperaba entonces de
JPII siendo el líder de una teocracia. Además que eso de que “no hay una sola
prueba”, es totalmente cuestionable.
Protección a Marcial Maciel y a los curas pederastas
“Su omisión a la hora de denunciar a curas pederastas (muy
notoriamente el mexicano Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo)
no sólo es falta de santidad, sino un delito.”
Confunde
la gimnasia con la magnesia. JPII ni ninguna persona externa al hecho
delictivo, está en posición de denunciar
a nadie pues eso le corresponde a las víctimas o a los testigos de los hechos,
en su defecto.
“Durante
años, centenas de víctimas escribieron directamente a Juan Pablo II para
denunciar las violaciones y estupros que habían sufrido por parte de
sacerdotes. Le daban fechas, nombres y versiones coherentes. Cerró los ojos, y
siguió aceptando el dinero que venía de los Legionarios y organizaciones
parecidas.”
Falso. JPII
fue enterado de diversos casos de pederastia, ante lo cual estableció un
protocolo de acción para esos casos y determinó la remoción de varios
sacerdotes y obispos en todo el mundo. Pero su responsabilidad no era denunciarlos
(ya habían sido denunciados) ni meterlos a la cárcel ¿Por qué?: Porque eso era imposible;
para quien entienda lo básico del derecho penal o internacional, cada nación
tiene jurisdicción plena y soberanía sobre sus propios ciudadanos. Los cientos
de sacerdotes, en diversos países, que fueron denunciados, enfrentaron el
proceso ante las autoridades judiciales respectivas. ¡El Vaticano no tiene
jurisdicción penal fuera de sus propias paredes! Sólo tiene jurisdicción
eclesiástica. Además, hay que decir que todo acusado debe ser considerado
inocente hasta que no se pruebe lo contrario. La sentencia de culpabilidad se da
sólo tras una investigación judicial que es tarea de las autoridades de cada
país.
De hecho, algo que ha callado la Iglesia es
información que proviene de su Pontificio Consejo de Investigación, por ser una
entidad siempre negada (aunque siempre presente en los sismos de la Iglesia). Desclasificar
tales informes provocaría más problemas y sólo para remediar la falsa idea de
que JPII fue omiso. Esa información, obtenida parcialmente por mí de manos de
un exagente del PCI, es el Reporte O’Toole, que derivó de una investigación que
mandó a hacer JPII sobre el caso de Maciel. Después de conocer El Reporte
O´Toole de 2003 acerca de los hijos de Marcial Maciel y del origen masónico de
las familias de las amantes, Juan Pablo II opta por postergar una acusación
formal debido principalmente a tres aspectos: la primera era la avanzada edad
del sacerdote, la segunda, la importancia de su obra dentro de la Iglesia, y
por último, el hecho de que en realidad jamás tuvo pruebas en concreto pues
dudaba incluso de la información que el propio Consejo de Investigación le
brindaba, sobre todo después del asesinato de O’Toole en 2004 en donde supo de
una posible complicidad del tal acto por parte de los que le sustituyeron en el
cargo. Había muchos datos en concreto y corroborados, pero nada definido acerca
del tema, al final dejaría que el tiempo clarificara la verdad.
“Otro
caso fue el del otrora cardenal de Boston Bernard Law, que fue demandado 450
veces por encubrir a sacerdotes pedófilos. En 2002, tras entrevistarse con Juan
Pablo II, renunció a su arzobispado… pero fue cobijado por la Iglesia, que lo
hizo responsable de una de las parroquias más hermosas e importantes del mundo:
Santa Maria Maggiore, en Roma. Apenas en marzo pasado el papa Francisco lo
removió.”
Concuerdo,
aunque hubo razones de peso para ello, mismas que no menciono aquí porque de
cualquier modo, JPII no estuvo a la altura de las circunstancias.
Apoyo a las dictaduras
“Otro de los magnos pecados del carismático Juan Pablo II. Las
palabras de rechazo que tenía para los homosexuales o para quienes usan condón
no las tuvo contra Pinochet o Fidel Castro…. Etc.”
Aquí
mete en el mismo costal a Pinochet y a Castro. Nada más inexacto. Además que
una visita de Estado a un líder de otro Estado, no implica ni significa “apoyar”.
Se trata, como en el mundo de la política, de un protocolo de relación, porque hay
que decirlo, JPII destacó más como actor
político que como líder religioso, y tan es así, que el mundo le debe, más que
a ningún otro, la caída del comunismo opresivo e inhumano de Europa del este, pues
salvó a una parte del mundo de vivir horrores innecesarios.
Respecto
a los homosexuales y el uso del condón, no representa “magno pecado” alguno. Simplemente
que esa era su interpretación de la ideología cristiana. Jesús dijo que
cualquier relación sexual era permisible bajo ciertas circunstancias, excepto
entre hombres o con animales. Es parte de la doctrina. Entonces, si esa es la ideología
cristiana ¿por qué JPII habría de ser señalado por eso para no ser canonizado? Es
absurdo y contradictorio.
El abaratamiento de las canonizaciones
“Juan Pablo II dictó las reglas gracias a las cuales, ahora,
califica para ser santo: vivir los valores católicos en grado heroico y haber
realizado dos milagros. Rebajó la cantidad de milagros requeridos y, lo más
importante, derogó la figura conocida como “abogado del diablo”, que era el
encargado de investigar a profundidad la vida del beato y buscar si perpetró
iniquidades en vida. Ahora sólo se puede hablar bien del candidato a santo.
Paralelamente, el tiempo para canonizar se acortó. Transcurrirán sólo siete
años de la muerte de Wojtyla a su entronización a los altares. Antes se
requerían al menos 30 años, para poder observar el legado de la persona con
perspectiva histórica.”
Totalmente
tergiversado y tendencioso. JPII no califica para santo por las reformas que él
hizo al proceso, simplemente las simplificó pero aún y como estaban antes,
igual hubiera calificado, aunque hubiera requerido esperar 50 años (no 30 como
dice este desinformador mal informado). Si bien eliminó la figura del “abogado
del diablo” (promotor de la fe), no eliminó la responsabilidad de buscar,
encontrar y presentar hechos que pudieran significar una objeción para alcanzar
la canonización, la cual recae en el relator y en el consejo. Lo que hizo JPII
fue cambiar de un proceso de discusión a uno de academia, y acortó el plazo de
50 a sólo 5 años buscando que la investigación fuera más cercana en el tiempo a
los hechos investigados.
La suciedad irresoluta del banco Ambrosiano
“Antes de que Juan Pablo II asumiera el papado (1978) comenzó el
escándalo del banco Ambrosiano: lavado de dinero, fraude, vinculación con la
mafia y hasta venta de armas en la que estaban inmiscuidos los directivos del
Banco Vaticano y sacerdotes de la curia."
"Juan
Pablo II no pudo o no quiso solucionar el caso (de hecho, quienes estaban
detenidos fueron hallados inocentes en 2007)."
"El
asunto es harto importante por dos razones: analistas indicaron que la muerte
de Juan Pablo I en 1978 (antecesor de Wojtyla) podía estar relacionada con el
Ambrosiano. La otra razón es que el desastre financiero que implicó no se ha
solventado. Incluso, una de las últimas decisiones del entonces papa Benedicto
XVI —nombrar un nuevo director del nuevo banco Vaticano— muy probablemente
estuvo relacionada con su renuncia al pontificado, si se da crédito a los
documentos de Vatileaks.”
No ignora
que el hecho más probable que causó la muerte a JPI fue su intención de
devolver el control del Banco Ambrosiano al Vaticano, pero ignora u omite que
JPII removió de sus cargos a los principales implicados, entre ellos, al
Cardenal Marcinkus y al Cardenal Villot, este último había sido chantajeado por
la Logia de Roma (grupo masón dentro del Vaticano ligado a la mafia italiana y
rumana, entre otras “buenas amistades”). Es claro que JPII sabía a lo que se
enfrentaba, teniendo al enemigo en casa y sabiendo que las finanzas del Estado
Vaticano, estaban en esas manos, así que prefirió darle prioridad a la difusión
e instrumentación de lo resuelto en el CVII, y no intentar la misma aventura que
JPI.
Ataque contra los teólogos disidentes
“Juan Pablo II atacó con todo la Teología de la Liberación, que
afirmaba que no hay iglesia sin el pueblo (lo que debería ser una redundancia,
pues en griego “ekklesía” significa comunidad, reunión, pueblo…). Aseguraba
también que el reino de Dios también puede ser de este mundo y que los
sacerdotes deben vivir, acompañar y ser pobres. La Congregación de la Doctrina
de la Fe (entonces liderada por Joseph Ratzinger) condenó al ostracismo a
algunos de los más eximios representantes de esta escuela: Leonardo Boff, Jon
Sobrino, Camilo Torres y Samuel Ruiz."
"Otro
caso es el del Hans Küng, quien sin ser teólogo de la liberación era
considerado progresista. También a él se le prohibió dar clases.”
Cierto.
JPII desarticuló y prácticamente congeló el movimiento de la Teología de la
Liberación, pero ignora que si bien esta corriente es muy progresista y cercana
a las causas de los oprimidos, también contiene un dogma que es contrario a
casi 2000 años de tradición católica: se trata de la idea de que el Reino de
Dios puede ser alcanzado aquí en la Tierra. Esto no significaría mayor problema
si el ejecutivo de tal cambio fuera la propia deidad, y no los hombres o la
Iglesia misma, como sostiene la TL. De acuerdo al mismo evangelio, será Jesús
quien instaure el RD en la Tierra, por lo que el dogma de la TL, es inaplicable
dentro de la ideología cristiana y aceptarlo implicaría romper con el dogma
original (que además es piar de la doctrina) y a la larga, provocaría un nuevo
sisma cristiano con su consecuente debilitamiento o desaparición. JPII se
comportó de manera conciliadora, pese a ello, ya que tal dogma de la TL era
suficientemente abyecto como para haber sido considerado anatema, tanto el
dogma como el movimiento. Lo que salvó la situación, fue precisamente la
cercanía de la TL con el ideario franciscano.
Respecto
a Hans Küng ¿qué se puede decir? Si hubiese nacido en tiempos de Arriano, o más
recientemente, de Martin Lutero, habría provocado otro sisma con sus ideas. Tampoco
fue herejizado ni su ideario considerado anatema, simplemente se le contuvo, lo
cual no insta, como asegura el articulista, para objetar la canonización de
JPII, sino que desde la óptica de la Iglesia, sería al contrario, un punto a
favor.
Intromisión en asuntos de otros gobiernos
“El Vaticano es un país. Y el papa, un jefe de Estado
(absolutista). En este sentido se espera que respete a la comunidad
internacional. Arguyendo su misión divina se metió en asuntos mundanos, para
obtener ventajas políticas y económicas."
"México
es un ejemplo. En 1992 presionó para que se minara el Estado laico. Maniobró
para que se revirtiera una parte central de las Leyes de Reforma y se otorgaran
derechos políticos y de posesión a los sacerdotes y a las iglesias.
Wojtyla incluso permitió que los obispos mexicanos amenazaran con una
huelga de cultos, igual a la que desencadenó la Guerra Cristera."
"Pero un
caso paradigmático ocurrió en 1983, cuando Juan Pablo II visitó Nicaragua.
Había triunfado la revolución sandinista, y entre los ministros del nuevo
gobierno estaba el sacerdote Ernesto Cardenal, que ocupaba la cartera de
Cultura. Durante el acto protocolario de bienvenida y en una transmisión en
vivo, Wojtyla regañó al secretario de Estado por sostener postulados apóstatas
y lo urgió a que “regularizara su situación”.
"Las
palabras que no tuvo contra Pinochet las tuvo contra Cardenal.”
Esta “razón”
es de lo más tendenciosa. En primera, el Vaticano NO es un país, es un Estado
(no son equivalentes). En segunda, la intromisión de JPII en otros países fue
de orden diplomático (jamás hubo otro tipo de presión ni el asomo de algo así
como una huelga de cultos), como se hace entre Estados soberanos todo el tiempo
en todos lados. Además que esas “intromisiones”, como ya mencioné antes,
salvaron muchas vidas en Europa del Este.
Respecto
al sacerdote Ernesto Cardenal (a quien JPII sí podía hacer un llamado de
atención por estar este sujeto a su jurisdicción, no así Pinochet), no
encuentro el “pecado” si es obvio que el sacerdote metido en política, si no “cuelga
los hábitos, sigue siendo, antes que funcionario de otro Estado, un miembro del
Estado Vaticano.
Más poder a los poderosos
“Juan Pablo II solía criticar los grandes problemas del mundo,
pero sin señalar culpables con nombre y apellido. Jamás denunció, por ejemplo,
a ninguna trasnacional explotadora ni se confrontó con los grandes acaparadores
de capital.”
No es la
función de un Papa hacer eso (señalar culpables ni denunciar trasnacionales),
sino como opción, más no como obligación. Ahora que sí se confrontó con los
grande capitales.
"Lo mismo
hizo hacia dentro del Vaticano: fortaleció a su séquito, que se empoderó de la
institución y la burocratizó a niveles colosales. En ese marasmo se perdían
solicitudes de ayuda, denuncias de nepotismo y solicitudes de los católicos de
base. Este problema les estalló a Ratzinger y a Bergoglio. Éste último creó una
comisión para indagar a profundidad y renovar ese entramado. Hasta el momento
calculan 58 recomendaciones."
Cierto. Pero
no es algo como para no canonizarlo ¿o sí?... fue simplemente mala
administración, tampoco se requiere de un Santo que sea perfecto.
Ataque a los derechos sexuales
En este punto se radicaliza más la ignorancia o mala
fe del articulista. El Papa puede o no condenar cualquier práctica, sea sexual
o no, pero si lo hace desde la doctrina que representa, no es motivo de
acusación. En todo caso, a los ojos de los no creyentes o bien de los
defensores de derechos humanos o de los promotores de la liberación sexual,
puede parecerles abominable, la canonización no es un examen jurídico. Se le
puede acusar de eso y de mucho más desde la óptica externa a la Iglesia, pero
vociferar que no puede ser Santo por eso, es como si en un ring de boxeo, el ganador
no pueda ser campeón porque ¡¡¡le pegó al rival!!! Se trata de niveles de
apreciación y de escalas de valores, de reglas claras y no se pueden medir
litros con vara ni metros con termómetro.
También ignora que la Biblia SI HACE RESTRICCIÓN
RESPECTO A LAS MUJERES. Al menos debería tomarse la molestia de leerla antes de
ponerla como referencia.
Como colofón, diré que La Iglesia no afirma, ni jamás
ha afirmado, que los santos sean hombres perfectos. María Magdalena era
pecadora pública. San Pablo era asesino de cristianos. San Pedro era iracundo y
negó a Jesucristo en la hora más oscura. Todos los santos son seres humanos de
su época que lucharon contra el pecado y fueron vencidos en más de una ocasión;
pero al final le vencieron y, con ayuda de Dios, alcanzaron el perdón y la
redención. La santificación no es un objeto primario de infalibilidad; eso significa que los fieles no están obligados a
rendirle devoción a ningún santo en particular.
Arturo Villegas- 2014