EL AMOR OBSESIVO PASIONAL
Dentro de las relaciones humanas,
existen varios tipos de sentimientos amorosos. Uno de ellos es el “amor
obsesivo pasional”. Se trata de una derivación del amor de pareja que se
convierte en una obsesión y que está cargado de pasión, como su nombre lo
indica. Pero la expresión, aunque parezca que es suficiente para definir ese
tipo de sentimiento, queda en realidad muy lejos de hacerlo, por lo que este
ensayo tiene el propósito de abundar en el tema.
Como escribió Erich Fromm, “el
amor debe ser un acto de voluntad”, que es contrario a lo que muchos piensan
porque confunden el amor con el “enamoramiento”. Esa confusión es la clave para
que una relación en etapa de enamoramiento derive, por ciertos elementos y bajo
ciertas circunstancias, en un amor obsesivo pasional, que si bien a final de
cuentas puede decirse que es amor, es un amor en desequilibrio que puede llegar
a ser altamente nocivo para uno o ambos participantes en la relación.
Pero ¿cuáles son esos elementos y
esas circunstancias que degradan un enamoramiento hasta convertirlo a obsesión
pasional? Y ¿cuáles son las características más emblemáticas del amor obsesivo
pasional y de quien lo padece?
Idealismo irreflexivo.
El primer elemento radica en la
creencia de haber encontrado a “la persona ideal”, en ignorar su real condición
anteponiendo en todo momento el “ideal” para resguardarlo y evitar a toda costa
la desilusión. Sin embargo, como NINGUNA PERSONA puede responder a todas las
expectativas de su adorador, con el tiempo sobreviene, ya sea la desilusión y
el alejamiento, o ya sea la negación de la realidad para mantener “viva” la
ilusión. En este segundo caso, de conjuntarse con los demás elementos y
circunstancias, se está en riesgo de que el sentimiento original se trasforme
en un amor obsesivo.
Problemas de identidad.
El segundo elemento, es la
creencia de que nuestra realidad, si es adversa, sólo puede ser cambiada o al
menos atenuada a través de relacionarnos sentimentalmente con otra persona a la
cual ubicamos como la antítesis de lo que fue, o de lo es nuestra relación con
otra pareja. No se concibe “la felicidad” sin esa persona totalmente diferente
a lo que tuvimos o tenemos.
Manipulación.
El tercer elemento es
contundente. Se refiere a la personalidad del adorador, que a todas luces
(valga la expresión) debe ser de instinto manipulador. La persona que cree
haber encontrado a su “ideal”, que cree que la felicidad sólo se alcanza a
través de relacionarse con esa persona ideal, y que tiene la facilidad para
manipular las emociones propias y ajenas, es un amante obsesivo pasional en
potencia.
En resumen: un idealismo incapaz
de contrastarse con la realidad, una carencia de identidad independiente, y una
personalidad tendiente a la manipulación, son los 3 elementos básicos para
derivar un enamoramiento en amor obsesivo pasional.
Ahora vayamos a las
circunstancias. Cuando los 3 elementos anteriores se enfrentan a una o varias
de las siguientes circunstancias, existe el terreno propicio para que se
desarrolle un amor obsesivo pasional.
Impedimentos y obstáculos.
Los impedimentos y obstáculos para
que una relación no prospere como los enamorados tienen en mente, agregan una carga
emotiva sui generis (muy especial o poco común) a la relación. Los hay legales
(v.g., uno o ambos están casados), cronológicos (v.g., diferencia de edades),
directos, indirectos, socioeconómicos, culturales (v.g., religiosos, lingüísticos,
etc.), profesionales (v.g., profesiones o trabajos opuestos, o muy diferentes),
geográficos (amores a distancia o con pocos medios de comunicación o con pocos
espacios de convivencia), etc. Esta carga emotiva extra, si no se desahoga
adecuadamente, produce ansiedad, incertidumbre, mortificación, etc., que al
acumularse con el tiempo, desemboca en el sentimiento de que todo está en
contra y que lo único bueno de la vida, paradójicamente, es la relación que
produce esa ansiedad, por lo que hay que mantenerla por sobre todo lo demás. Las
relaciones con impedimentos u obstáculos pueden prosperar si esos factores
tienen solución y se trabaja en ello, alejando así el fantasma de la sobre
carga emotiva y con ello, la aparición del amor obsesivo pasional o del alejamiento por desencanto.
Frustración y/o depresión.
Enamorarse cuando se está en un
proceso de depresión o se vive frustrado, es la garantía de que aparezca el
elemento de la idealización irreflexiva cuando se conoce a alguien que puede
ser diferente a lo antes conocido. Es muy común que personas que viven
insatisfechas con su relación actual y se sienten frustradas, o que están
deprimidas por sus relaciones pasadas, alimenten la idea de que la solución se
encuentra afuera, en otra persona.
El enamorado obsesivo pasional.
Ahora bien, la parte más
interesante de este fenómeno, es definir las características del enamorado
obsesivo pasional. Empecemos por decir que se trata de una persona que tiene
los elementos antes descritos y se ha enfrentado al menos a una de las circunstancias
ya mencionadas sin poder o querer buscarle una solución adecuada. Luego decir
que ese amor, por grande que sea (normalmente es muy grande), deja de recaer en
el ser amado y se concentra básicamente en el adorador. Es decir, el amante
obsesivo pasional se quiere más a sí mismo que lo que pueda querer a su
adorada, aunque para él (o ella), sea lo contrario: que ese amor es para su
pareja y a causa de su pareja.
Consciente o inconscientemente,
todos somos manipuladores. En el caso del amante obsesivo, toda su capacidad manipuladora
tiene dos objetivos básicos: 1. Para convencer a su pareja de la majestuosidad del
amor que siente por ella, y; 2. Para proteger su imagen ante su pareja y
mostrarse siempre “comprometido” con la relación. En el primer caso, todo lo
que hace o deja de hacer, dice o calla, demuestra o disimula, “es con el único objetivo”
de complacerla o de protegerla. Es así que todo el tiempo se lo recalca, o
bien, por medio de ello se justifica en sus fallas u omisiones. En el segundo
caso, el de la protección de su imagen, el amante obsesivo siempre busca y
encuentra culpables (situaciones, hechos o personas) externas o fuera de “su
control” para justificar sus propias fallas. Es común que cuando se trata de
algún obstáculo en la relación, el amante obsesivo nunca resuelva ese obstáculo,
pues es uno de sus elementos básicos para justificar sus fallas ante su pareja.
Es como el empleado que por tener problemas de transporte goza del privilegio
de poder llegar tarde al trabajo, pero que pudiendo resolverlo no lo resuelve
para no perder dicho privilegio.
“Lo que importa en la relación con el amor es la fe en el propio amor”
Nietzsche
Amor significa comprometerse sin garantías, entregarse totalmente con
la esperanza de producir amor en la persona amada, el amor es un acto de fe, y
quien tenga poca fe, también tiene poco amor.