EL ORIGEN DEL ESTADO DE ISRAEL
(Versión reducida)
Desde mi biblioteca conformada a lo largo de
más de 30 años, me permitiré aclarar el origen del Estado de Israel, pero sólo
desde el punto de vista étnico, dejando de lado el político (sionismo), el
social (azkenazíes) y el económico (imperio Rothshild), ya que eso requiere de
incorporar muchísimo material que sin embargo, no abonaría al objetivo de este
escrito. Mi objetivo, es sólo demostrar por qué Israel no tiene ningún o casi
ninguno, de los derechos que dice tener sobre el territorio palestino ni desde
el punto de vista étnico, ni desde el punto de vista histórico, ni desde el
punto de vista religioso o teológico, que es y ha sido este último, la base y
la justificación de su brutal apropiamiento de los territorios palestinos.
El origen étnico de los actuales judíos
azkenazí (originarios de Europa del Este), que son los que conformaron el
Estado sionista de Israel, se remonta a un grupo multicultural que se asentó (fundación del primer Kanato) entre el Mar
Caspio y el Mar Negro, alrededor del 618 d.c. bajo el mando de su primer Kan, Tong Yabghu. Se formó
principalmente por tribus hunas y turcas, y contingentes originarios de lo que
hoy es Georgia, Armenia, Azerbaiyán y Kazajistán, entre otros.

Dmitri Vasíliev, de la Universidad Estatal
de Astracán, afirmó recientemente que los jázaros se trasladaron a la región
esteparia póntica sólo a finales de los años 500, estableciéndose
temporalmente en Transoxiana. De acuerdo con Vasíliev, una
porción de la población jázara habría permanecido en Transoxiana, bajo el
dominio de pechenegos y turcos oğuz,
aunque tal vez manteniendo contactos con el resto.
Peter Golden postuló que la etnia jázara
era una mezcla de hunos y otros pueblos turcos, como los sabir y hunos
norcaucásicos, así como también por ramas tribales provenientes de la
confederación multiétnica de los köktürk.
Por tratarse de un territorio geográficamente
clave para el desarrollo del comercio entre Oriente y Occidente, y como
“cinturón de seguridad” para Europa ante las amenazas de los Hunos y mongoles, fue creciendo en extensión y poderío, además
que su vasta población en buena medida de origen “errante” (cazadores
habilidosos en el manejo del arco y la flecha), le permitió dedicarse a la
renta de ejércitos (mercenarios), regularmente a favor del Imperio Romano de
Oriente.
De acuerdo con el escritor Arthur Koestler en
su libro The Thirteenth Tribe / The Khazar Empire and its Heritage, el reino de
Khazaria era el país más grande en toda Europa -- tan grande y tan poderoso que
cuando otros monarcas deseaban ir a la guerra, los Khazares (o Jázaros) le
podían rentar hasta 40,000 soldados. Con
ello se puede ver cuán grandes y poderosos eran.
Como
uno de las autoridades principales en los Khazares, el profesor Peter Golden de
la Universidad de Rutgers, escribió en su libro Khazar Studies: “Los Khazares
jugaron un papel central en las más importantes guerras de la región del
Caucaso. Primero, a principios del siglo VII, se unieron con turcos y
bizantinos para derrotar al estado Persa. Entonces, en los siglos VII y VIII,
defendieron la frontera del sudeste de Europa de la invasión árabe, permitiendo
indirectamente a la cristiandad sobrevivir en Bizancio y subsecuentemente
crecer en Ucrania.”
“A
cada escolar en el mundo occidental se le ha dicho que si no fuera por Carlos
Martel y su victoria en la batalla de Poitiers, hubiera podido encontrarse
ahora una mezquita en el lugar en que está erigida actualmente la catedral de
Notre Dame. De lo que pocos escolares son conscientes es que si no fuera por
los Khazares... Europa Oriental bien podría haberse convertido en una provincia
del Islam".
Su
influencia era tan grande que un emperador Bizantino del siglo X, Constantino Porfirogenitus,
envió una correspondencia a los Khazares marcado con un sello de oro que valía
3 solidi - más de los 2 solidi que siempre acompañaron las cartas enviadas al
Papa de Roma, al Príncipe de Rus, y al Príncipe de los húngaros.
Durante el cuarto Kanato, al mando del Kan
Bulan (mediados del Siglo IX), la diversidad multicultural ya se había
convertido en un problema, esencialmente por la diversidad religiosa que
imperaba y se permitía en el Reino. Bulan decidió unificar religiosamente al
Reino, al considerar que la diversidad religiosa iba en contra de la unidad de
su reino ante la presión oriental del Islamismo y la presión occidental del
catolicismo, por lo que mandó una carta al Califa para que le instruyera acerca
de la conversión al Islam. El Califa le hizo ver que sería un gran placer
expandir sus dominios político religiosos, ya que todo musulmán, se debe al
Califa. El Rey de Khazaria mando la misma carta al Papa y el Papa le respondió
en el mismo tono que el Califa. Al final, el Rey de Khazaria resolvió no
instaurar el Islamismo para no someterse al Califa, y tampoco instaurar el
catolicismo para no someterse al Papa. Un consejero judío le sugirió entonces
al Rey, inclinarse por el judaísmo, pues ante la inexistencia de un Estado
judío y la ausencia de un líder judío al cual someterse, el reino de Khazaria
sería soberano en sí mismo. El Rey Bulán resolvió entonces decretar el judaísmo
como la religión oficial de su reino en el año 740 d.c.
Koestler
reseña una historia parecida: “Ellos eran adoradores fálicos. Esa era su
religión, como también era la religión de muchos otros paganos y bárbaros en
otras partes del mundo. En el siglo VII, el rey Bulan de Khazaria estaba tan
hastiado de la degeneración de su reino que él decidió adoptar una de las llamadas
fe monoteísta --ya fuese el Cristianismo o el Islam, o lo que es hoy conocido
como Judaísmo, que en realidad es Talmudismo. Haciendo girar un trompo y
convocando el "eeny, el meeny, el miney, el moe", él escogió el
llamado Judaísmo (Talmudismo) [Año 740 DC]. Y ésa se transformó en la religión
estatal. Él envió a su gente a las escuelas talmúdicas de Pumbedita y Sura y
educó a miles de rabinos y abrió sinagogas y escuelas, su pueblo se transformó
en lo que nosotros llamamos "judíos”."

En el siglo XI, el
reino fue presa de diversas invasiones: ataques por parte de los árabes, luego
los rusos-eslavos y húngaros y finalmente Genghis Khan en el siglo XIII hasta
su desintegración total. Grandes contingentes de judíos Khazares emigraron entonces
a Europa occidental. Es por todas estas razones, que los judíos Europeos son
antropológicamente más parecidos a los propios europeos que a los palestinos,
quienes son los verdaderos descendientes del pueblo de Israel, es decir, lo que
quedó del pueblo judío, son los actuales palestinos.
El historiador
israelí Shlomo Sand, profesor de Historia de Europa en la Universidad de Tel
Aviv, publicó un libro llamado "Cuándo y cómo se inventó el pueblo
judío", donde cuestiona algunos principios de la historia sionista
oficial. Shlomo Sand, cuestiona varios de los mitos oficiales del sionismo. El
libro contiene dos tesis que en el pasado tuvieron cierto predicamento, también
entre historiadores sionistas, pero que hoy han sido archivadas: que los
actuales judíos provienen de pueblos paganos que se convirtieron al judaísmo
lejos de Palestina, y por lo tanto no descienden de los antiguos judíos, y que
los palestinos árabes son los únicos descendientes de los antiguos judíos. Dice
en su libro: “Pongamos por ejemplo el supuesto exilio judío. El exilio nunca
existió. Cuando los romanos destruyeron el Templo en el año 70 de la era
cristiana, no expulsaron a los judíos por la fuerza. Los romanos nunca
exiliaron a pueblos, algo que sí hicieron los asirios y los babilonios con
algunas elites... Es cierto que los romanos no permitieron a los judíos que
vivieran en Jerusalén, pero los cristianos crearon la fantasía de que no se les
permitió vivir en toda Judea... Nunca hubo exilio. No hay ningún libro
científico que lo diga... Antes de Jesucristo había en Palestina entre medio
millón y un millón de judíos. La inmensa mayoría, un noventa por ciento, o
quizás un noventa y cinco por ciento, eran campesinos. Los judíos no eran como
los fenicios o los griegos, no viajaban tanto como ellos por el mar. La
proporción de los que salieron es infinitamente muy pequeña... la inmensa
mayoría no venían de Palestina. Eran conversos. Desde la época de Adriano, en
el siglo II, se experimentó una caída drástica del número de judíos porque
muchos se convirtieron al cristianismo. De cuatro millones de creyentes judíos
se bajó a un millón... Con los jázaros ocurre exactamente lo mismo: es el
judaísmo, y no los judíos, el que se expande. La masa demográfica más numerosa
es la de los jázaros. Es curioso que el sionismo reconoce la importancia de los
jázaros hasta 1967, y después deja de ser una tesis legítima... Los mongoles
expulsaron a los jázaros hacia Europa. No puede ser que los judíos de Polonia
vengan de Alemania, porque en Alemania, en los siglos XII y XIII, apenas había
unos cientos de judíos, y de ahí no se puede pasar de la noche a la mañana a
tres millones de judíos en Polonia, es sencillamente imposible. Los judíos de
Polonia, y de otros países de Europa oriental, sólo pueden venir de los jázaros.
Todavía en 1961 hay un prestigioso historiador israelí que afirma que los
jázaros son los antepasados de los judíos de Europa oriental. Entonces aún se
aceptaba que no provenían de Alemania... Hay muchos historiadores israelíes,
incluidos Yitzhak ben Zvi, el segundo presidente de Israel, o David ben Gurion,
que hasta 1929 afirman que los palestinos árabes son los verdaderos
descendientes de los judíos. Esta tesis que sostuvieron los mayores sionistas
se murió en 1929. Todavía en 1918 Ben Zvi y Ben Gurion escribieron juntos un
libro donde se afirma que los palestinos son los auténticos descendientes de
los judíos.”
Para cerrar el
escrito, sólo adelantaré una pequeña parte de la historia de los judíos
azkenazí, que financiaron la fundación del Estado de Israel y no sólo eso, sino
que “tuvieron” una enorme influencia en el gobierno Inglés, para que este,
decretara la ocupación de una parte de Palestina por el nuevo Estado en
formación. De hecho, ellos “mandaban” en Londres.
Los jázaros pues,
son los que hoy se dicen judíos en Europa. Un descendiente de estos judíos por
decreto fue Moses N., quien engendró a Gumprecht, quien tuvo a Naphtali Hirsch,
padre de Lob, padre de Moses, padre de Amschel Moses zur Hinterpfann (Moisés
Amschel Bauer), prestamista y orfebre, que abrió una contaduría en Francfort,
Alemania en 1750. Para los judíos ashkenaí, era propicio desde hacía tiempo
dedicarse a la usura ya que en Europa, desde 1311 el Papa Clemente V había
prohibido a los católicos prestar dinero con intereses, pero los no católicos,
podían hacerlo sin restricción. Se sabe que de esta restricción papal, es que
los judíos ashkenaí se convirtieron muchos de ellos en prestamistas y
banqueros, como fue el caso de Moisés Amschel Bauer, quien coloca encima de la
entrada de su contaduría, un escudo rojo en forma de hexagrama (roth schild; el
rojo era el pabellón de los judíos protestantes de Europa del este). Mayer
Amschel Bauer, fue hijo de Moisés Amschel Bauer; él nace en 1744 y poco después
de la muerte de su padre (Moisés), regresa de trabajar como ayudante en la casa
bancaria Openheimer en Hanover, donde en poco tiempo se había hecho socio
"junior" y conoce al General von Estorff, de quien se hace socio y
amigo. Cuando Mayer Amschel regresa a Fráncfort a tomar el antiguo negocio de
su padre, cambia su apellido de Bauer a Rothschild (seguramente inspirado por
el escudo rojo).
En 1760 el General
von Estorff, lo recomienda en la corte de Hanau y Mayer empieza a hacer
negocios ahí, hasta que en 1769 consigue la placa con el escudo de armas de
Hessen-Hanau y la inscripción “M.A. Rothschild, proveedor de la corte de su
ilustre alteza, el príncipe Guillermo de Hessen, Conde de Hanau”. Un año
después se casa con Gutele Schnaper, hija de Lobo Salomon Schnaper, un
respetado comerciante ashkenaí.
Pero esta parte de la historia, no continuará
aquí.